Información sobre Alicante
La Costa Blanca es una sección de la costa mediterránea, que corresponde a Alicante y tiene dos sectores diferenciados. En el norte, las montañas paralelas al mar, en algunas zonas formando acantilados; al Sur, una inmensa llanura de los parches de arena y palmeras: las playas. Los viajeros pueden elegir cualquiera de los rincones de esta costa, desde la más cosmopolita hasta los que todavía tienen su aire rural junto al mar.
Las temperaturas en Alicante suelen ser leves. La media anual es alrededor de 17 º C y la lluvia son escasas, aunque las precipitaciones son lógicamente mayores en el sector montañoso del norte, en comparación con las tierras bajas que rodean a Elche y Orihuela.
Una representación de los paisajes típicos del Mediterráneo es lo que los visitantes van a encontrar en Alicante: campos de almendros, las viñas y los huertos frutales. Desde los valles a las palmeras de origen africano, la Costa Blanca ofrecen las más variadas atracciones.
La historia de la Costa Blanca es similar a otros lugares de la costa mediterránea: íberos, fenicios y los griegos se establecieron en los puertos, creando ciudades mercantes y dejando importantes bases navales antes de que volvieran a Roma. Esta zona pertenecía entonces a Bizancio, y los visigodos, y después del siglo 8 era una parte de la rica región de al-Andalus. La Taifa de Denia, de la que las Islas Baleares y Cerdeña dependieron de un tiempo, fue cobijo de varios miembros de la dinastía omeya, a la caída del Califato de Córdoba. El período cristiano, se caracterizó desde el comienzo de las batallas entre las Coronas de Aragón y Castilla, donde se disputaron sus fronteras, pero al mismo tiempo dejó huellas de la coexistencia de sus respectivos idiomas, castellano y catalán.
La Edad Moderna llega con revoluciones sociales y la amenaza de los piratas marcando la evolución de los tiempos a lo largo de estas costas. Después de un siglo, Felipe III decretó la expulsión de los moriscos (los conversos musulmanes) que eran sospechosos de colaborar con los bereberes que periódicamente atacaron las zonas del litoral. Luego, los moriscos que consideraban que tenían derecho a estar allí como los descendientes de los antiguos cristianos organizaron varias revueltas. Y cuando la expulsión se llevó a cabo, las tierras se quedaron sin sus expertos agricultores, que fueron capaces de obtener muy buena producción de sus bienes.
Durante el siglo 18 y siglo 19, la Costa Blanca sigue gozando de una existencia relativamente pacífica, con dos excepciones: Alicante y Denia, que se convirtió en importante puerto de las ciudades, el litoral es una sucesión de pequeñas aldeas de pescadores retirados de las convulsiones de las guerras. El progreso del sistema ferroviario, automóviles y aviones favoreció de manera notoria al turismo, los puertos deportivos, la infraestructura hotelera e incluso a la aglomeración de instalaciones de ocio que es Benidorm, símbolo de la Costa Blanca.
